El problema que sucede con más frecuencia con una lámpara fluorescente es debido al deterioro del tubo. Si la lámpara fluorescente comienza a titilar, o no alumbra completamente, remueve el tubo y examínalo. Si tiene los contactos (pines) doblados o rotos, o una coloración negruzca cerca de las puntas, ha llegado el momento de reemplazarlo. Las decoloraciones grisáceas son comunes en los tubos que funcionan. Cuando reemplaces un tubo viejo o averiado, identifica la potencia eléctrica (watts) impresa en la superficie de vidrio, y cámbialo por uno igual. Nunca deseches un tubo averiado rompiéndolo o arrojándolo en la basura de su casa. Estos tubos contienen una pequeña cantidad peligrosa de mercurio. Consulta la agencia del medio ambiente en tu localidad o el departamento de salud para desechar apropiadamente los tubos.
Ver también: 12 pasos para la Instalación de lámpara fluorescente
A continuación se describen 4 pasos para reemplazar un tubo fluorescente:
- Desconecta la luz de la lámpara apagando el interruptor. Remueve la pantalla difusora para ver los tubos.
- Quita el tubo fluorescente girándolo en cualquier dirección y sacándolo de las tomas. Inspecciona las conexiones en las puntas de tubo (pines). Si están dobladas o rotas, reemplaza el tubo.
- Comprueba si las puntas del tubo fluorescente muestran decoloración. Un tubo nuevo en buena condición (arriba) no muestra decoloración. Uno en condiciones normales (medio) puede mostrar un color gris. Uno fundido (abajo) muestra un color negruzco.
- Instale un nuevo tubo con la misma potencia eléctrica del antiguo. Inserta el tubo hasta que los conectores entren por completo en los tomas, luego gíralo 1/4 de vuelta en cualquier dirección. Instala la pantalla difusora y restablece la energía del circuito.