Todos los dispositivos de uso cotidiano que utilizan electricidad (computadora, televisión, radio, teléfono, licuadora y demás) lo hace a través de un circuito eléctrico donde se manifiestan la tensión y la intensidad de la corriente eléctrica. Pero seguramente has escuchado que el consumo de energía eléctrica en las instalaciones eléctricas residenciales se mide en watts, importante unidad de medida derivada de las anteriores.
Existe una relación proporcional entre el coulomb (C), el voltio (V) y el joule (J) en la fuerza electromotriz o voltaje, es decir, cuando los electrones libres están en movimiento, que es igual a decir: cuando existe la corriente eléctrica (I). Ahora debemos añadir la dimensión del tiempo para obtener la potencia eléctrica.
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Para comprender correctamente este fenómeno, recordemos que el trabajo en la corriente eléctrica consiste en mover electrones libres a lo largo del circuito, lo cual realiza por medio de la fuerza electromotriz o voltaje: 1 voltio mueve 1 coulomb y aplica 1 joule de trabajo.
Cuando esto ocurre en el lapso de un segundo, el circuito tiene una potencia eléctrica igual a 1 watt. Si incrementamos el voltaje (la fuerza electromotriz) 15 veces, tendremos una capacidad de trabajo de 15 joules y, por lo tanto, una energía igual a 15 watts recorriendo el circuito, lo suficiente para encender un foco ahorrador, pero no uno incandescente.
En resumen: los watts son voltios medidos en el tiempo y se expresan con una sencilla fórmula: 1 watt = 1J/s, porque un joule es el trabajo que requiere de un voltio para mover un coulomb. El watt se representa con la letra doble v mayúscula (W).
El watt es la unidad de medida de la potencia eléctrica, que se representa con la letra p mayúscula (P). A su vez, la potencia eléctrica es el ritmo al que se ejecuta el trabajo. Recuerda que la energía eléctrica se convierte en otro tipo de energía para realizar ciertas tareas utilizando un dispositivo.
Un ejemplo muy claro es un motor eléctrico capaz de desarrollar 1000 revoluciones por minuto, con una potencia de 120 watts. Si reducimos la potencia a 60 watts, el ritmo de trabajo del motor disminuirá a la mitad: 500 revoluciones por minuto. Esta característica resulta de utilidad cuando queremos controlar el trabajo que realiza el dispositivo, como en una licuadora o un ventilador.
Tradicionalmente, el watt se utiliza para medir el consumo de energía de un dispositivo (la energía que utiliza para realizar su trabajo) y el voltio para medir la cantidad de energía que fluye por el circuito, aunque es común que antes términos se intercambien, a causa de la relación 1 a 1 que existe entre ellos: 1 V = 1 W y 120 V = 120 W.