La fuga de energía eléctrica, ya sea en forma de corriente eléctrica a tierra o de calor disipado, es un problema que existe en muchos hogares, sin embargo es de los menos conocidos y, en varias ocasiones, es la explicación de las altas cuentas por pagar a la compañía suministradora de energía.
Una fuga de energía eléctrica puede dañar los aparatos, e incluso provocar un incendio. ¿Cómo puedes protegerte de los peligros de cortos y gastos innecesarios de energía y dinero?
En el caso de las instalaciones eléctricas residenciales, una fuga de corriente sería que -por ejemplo- un cable esté sin el aislante y tocando alguna parte metálica aterrizada directa o indirectamente. Esto no es precisamente un cortocircuito, ya que el aterrizaje no es de baja resistencia. Por ejemplo, el cable de fase está tocando una parte metálica y no se encuentra aterrizado adecuadamente, como una tubería, el chasis de algún aparato, etcétera. Si estuviera directamente aterrizado, se provocaría un cortocircuito y abriría la protección, ya sea fusible o el interruptor termomagnético.
El uso de materiales no metálicos en accesorios y tubería conduit, puede ser la primera acción a tomar para evitar un problema de fuga de energía, además que el remplazo de estos materiales resulta muy económico.
La manera de probar que hay fuga de corriente es desconectar todos los aparatos de la casa y medir la corriente de entrada; si no hay fuga, la corriente es cero.
Este tipo de fenómeno puede ser también un riesgo potencial. Para protegerte, damos las siguientes 10 sugerencias:
- Comprueba que la instalación eléctrica no tenga “fugas a tierra”; para hacerlo, apaga todas las luces, desconecta todos los aparatos eléctricos, incluyendo relojes y timbre, y verifica que el disco del medidor NO gire. Si continúa haciéndolo, aunque sea lentamente, es necesario revisar la instalación. Recuerda que una “fuga” de corriente es una fuga de dinero.
- Las instalaciones eléctricas tienen que ser revisadas cada 10 años, como mínimo.
- Realiza periódicamente el mantenimiento preventivo en las instalaciones eléctricas, pues poseen una vida útil limitada.
- Antes de efectuar cualquier reparación es muy importante que desconectes primero el interruptor principal.
- Si el interruptor principal es del tipo termomagnético, restablece la corriente moviendo el interruptor a posición de apagado y, posteriormente, a la de encendido; si en vez de interruptor tiene una caja de fusibles, baja el interruptor general y cambia el fusible fundido.
- Nunca conectes varios aparatos en un mismo contacto eléctrico, ya que esto produce sobrecarga en la instalación y peligro de sobrecalentamiento; también provoca una operación deficiente, posibles interrupciones, cortocircuitos y daños a largo plazo.
- En caso de cortocircuito, desconecta inmediatamente el aparato que lo causó y todos los demás aparatos eléctricos, pon en apagado todos los apagadores de las lámparas y sigue el paso seis.
- El aparato causante del cortocircuito debe repararse antes de usarlo nuevamente.
- Jamás utilices monedas, alambres, papel de estaño o de aluminio en lugar de fusibles.
- Si la casa cuenta con un centro de carga con diferentes circuitos, conviene desconectarlos en periodos de vacaciones o en ausencias prolongadas.
Ver también: ¿Cómo podemos ahorrar energía en nuestras casas?
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