La casa es por definición, el ámbito de lo privado. El lugar donde se cumplen algunas de las aspiraciones más profundas del ser humano, ligadas con la idea de la supervivencia, de la intimidad y del refugio. La casa puede suponer la protección física de las personas o de las cosas, la protección del descanso, del ocio o de la convivencia. Pero, por encima de todo, la casa representa, desde sus orígenes, el lugar de protección del fuego. Un fuego elemental que hay que conservar y al que hace referencia la misma expresión de “hogar”. Un fuego en torno al cual los seres humanos se calientan, cocinan los alimentos y se iluminan por la noche... un consumo de energía necesario para la vida.
Consumir energía es sinónimo de actividad, de transformación y de progreso, siempre que ese consumo esté ajustado a nuestras necesidades y trate de aprovechar al máximo las posibilidades contenidas de energía.
Dadas las necesidades más básicas y primitivas (calentarse con una hoguera o cocinar los alimentos), a las más modernas y sofisticadas, la mejora de las condiciones de vida de los hombres o de su nivel de bienestar ha exigido siempre disponer de un excedente de energía que pudiese ser consumido. El consumo de energía, también en el hogar, es por tanto sinónimo de progreso, de aumento de la infraestructura, los bienes y servicios disponibles y de la satisfacción de las necesidades.
Un principio esencial para el ahorro de energía consiste en:
- Conocer cómo funcionan los equipos y aparatos en el hogar.
- Los diferentes tipos de energía que consumen.
- El distinto aprovechamiento que podemos obtener de ellos.
Mantener en buen estado la instalación eléctrica es indispensable para la seguridad de la familia en el hogar, así como para proteger la economía. Las instalaciones eléctricas residenciales en mal estado gastan más energía y daña los aparatos.
Si en su casa se presenta alguno de los siguientes casos:
- Disminuye la intensidad de la luz al conectar un aparato.
- Varía el tamaño de la imagen en la pantalla del televisor.
- Se funden los fusibles o se accionan los interruptores automáticos.
En estos casos en necesario solicitar los servicios de un técnico profesional, de inmediato.
Pero mientras, no deje de recomendar (y cumplir usted mismo) las siguientes recomendaciones:
- Nunca conecte varios aparatos en un mismo contacto, ya que se produce sobrecarga en la instalación, lo cual provoca una operación deficiente y posibles interrupciones y daños a largo plazo.
- Compruebe con frecuencia que en la instalación no existan cortos circuitos o fugas eléctricas, desconecte el interruptor general (switch) y todos los aparatos eléctricos y verifique que el disco del medidor NO siga girando. Si continua girando, es necesario revisar la instalación. Recuerde que una fuga de energía eléctrica es una fuga de dinero.
- En caso de corto circuito desconecte inmediatamente el aparato que lo causó y todos los demás aparatos eléctricos y ponga en apagado (off cero), todos los apagadores de las lámparas. Si la instalación de su casa tiene interruptor automático, restituya la corriente colocando el interruptor en posición de encendido (on o uno); si en vez de interruptor tiene una caja de fusibles, baje el interruptor general y cambie el fusible fundido.
- Nunca utilice monedas, alambres o papel de estaño en lugar de fusibles. Use siempre los fusibles adecuados, por protección.
- Si tiene diferentes circuitos en casa, conviene desconectarlos en períodos de vacaciones.
- Es preferible usar tubos y lámparas compactas fluorescentes o de LED en lugar de focos incandescentes en las áreas donde no se requiera fijar la vista por largos periodos, además se recomienda utilizar los colores cálidos (3000° K), aunque el costo inicial de estás lámparas es más elevado, a la larga resultan más económicas su duración aproximada es 10 veces mayor y consumen 4 veces menos energía.
- Una lámpara CF o tubo de 19 watts o una LED de 10 watts producen la misma cantidad de luz que un foco de 75 watts.
- En lugares donde no se requiere de mucha iluminación (habitaciones, pasillos, cornisas) pueden usarse focos de 25 watts. En lámparas múltiples puede quitar una de cada tres focos o utilizar los de 25 watts.
- Utilice un regulador de intensidad (dimer) para graduar la luz al mínimo necesario, en las lámparas que lo permitan. También se recomienda usar interruptores temporizadores (timer) que permiten programar el inicio o la interrupción de corriente en un aparato a una hora determinada.
- Instale interruptores de presencia (sensores) que encienden sólo cuando detectan a las personas, pero es todavía mejor que este sistema el uso de lámpara compactas fluorescentes de 1/4 de la potencia del foco incandescente, o las LED de 1/8 de potencia de dicho foco.
- Apague la luz cuando no sea necesaria
- Utilice una lámpara de mesa fluorescente o LED cuando trabaje en un escritorio
- Limpie las lámparas y focos, ya que el polvo bloquea la luz que emiten
- Mantenga las cortinas y persianas abiertas durante el día: la luz solar es la mejor
- Realice el mayor número de actividades aprovechando la luz solar.
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