La energía eléctrica se genera en el momento en que se va a consumir, ya que uno de sus inconvenientes es que no se puede almacenar en grandes cantidades; se debe transmitir a través de una gran red de cables tendidos sobre torres metálicas, interconectados entre sí, que hacen llegar
la energía eléctrica a los lugares donde se consume.
Desde las instalaciones electricas residenciales hasta grandes complejos industriales, desde una granja en el campo hasta un hospital en una gran ciudad, pasando por comercios, oficinas y fábricas, se hace llegar donde se requiera, a todos los rincones del país.
Para lograr esto, se debe aumentar el voltaje a la energía que se genera, porque de este modo se transmite con más eficiencia; conforme llega al lugar donde será consumida, el voltaje (o tensión) se reduce a los valores adecuados por medio de transformadores, y se hace de manera gradual, de acuerdo a la distancia entre el lugar donde se genera y donde se consume.
La primera transmisión a distancia de la corriente alterna trifásica fue la de una central hidroeléctrica de 200 kW en Alemania, en 1891, a una distancia de 170 km.
La tensión del generador se elevaba de 95 a 15,000V, tensión de transmisión y luego se reducía hasta 113V y se aplicaba a un motor asincrónico trifásico de 75 kW que accionaba una unidad de bombeo.
El desarrollo de las aplicaciones industriales de la electricidad, que iniciaron a fines del siglo XIX, se orientó sobre dos caminos, la corriente directa y la corriente alterna, esta última en las frecuencias exigidas por distintas necesidades, de 15, 25, 42, 45, 50 y 60 Hz.
Ver también: 5 tipos de centrales generadoras.
El desarrollo de las aplicaciones industriales de la electricidad, que iniciaron a fines del siglo XIX, se orientó sobre dos caminos, la corriente directa y la corriente alterna, esta última en las frecuencias exigidas por distintas necesidades, de 15, 25, 42, 45, 50 y 60 Hz.
Estas se fueron unificando y actualmente se utilizan las de 50 y 60 Hz.
En nuestro país las líneas eléctricas se dividen de la siguiente manera:
Se estima que en México la longitud de los diferentes tipos de líneas era de 46,052 km para las líneas de transmisión, de 45,763 km para las líneas de sub transmisión y 598,988 km para las de distribución.
- Transmisión: Operan en 400, 230, 161 y 150 kV, recorren distancias del orden de los 200 km y forman grandes redes que se les denomina troncales.
- Sub transmisión: operan con niveles de tensión de 138, 115, 85 y 69 kV
- Distribución: operan con niveles de 34.5, 23, 13.8, 6.6, 4.16 y 2.4 kV.
Se estima que en México la longitud de los diferentes tipos de líneas era de 46,052 km para las líneas de transmisión, de 45,763 km para las líneas de sub transmisión y 598,988 km para las de distribución.
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