Uno de los puntos importantes para que un automóvil eléctrico funcione adecuadamente es contar con un cargador apropiado para su demanda. Poco a poco, en México se ha incrementado el número de este tipo de vehículos que contribuyen al cuidado del medio ambiente.
En esta ocasión dedicaremos estas líneas a revisar y describir lo correspondiente a los equipos de carga instalados en vivienda para vehículos eléctricos; en otras palabras, hablaremos de los llamados cargadores para autos eléctricos, que dicho sea de paso en los últimos años se ha incrementado su uso. Lo anterior se debe a las campañas realizadas por empresas privadas y gubernamentales, para concientizar sobre el uso de energías renovables no sólo en el área del transporte sino también en los tipos de generación eléctrica, bombeo de agua y medios de cocción de alimentos, entre otros.
Continuando con el tema que nos atañe, podemos decir que la NOM-001-SEDE-2012 -en su artículo 625- define a un vehículo eléctrico como del tipo automotor para uso en carretera, por ejemplo: automóviles de pasajeros, autobuses, camiones, vagonetas, vehículos eléctricos de vecindario, motocicletas eléctricas y similares, propulsados fundamentalmente por un motor eléctrico que toma corriente de una batería recargable, celda de combustible, arreglo fotovoltaico u otra fuente de corriente eléctrica. Asimismo se consideran vehículos eléctricos precisamente a los vehículos eléctricos híbridos enchufables o PHVE (por sus siglas en inglés). Sin tomar en cuenta a los vehículos eléctricos automotores que no transitan en las carreteras, como cargadores frontales, transportes, carros de golf, equipo de soporte terrestre de aviones, lanchas y similares.
Por otro lado, y por raro que parezca, los equipos de carga para vehículos eléctricos como tal no se encuentran definidos por la NOM 001 SEDE -al menos en la versión vigente-, a lo que se hace mención es al equipo de alimentación y se indica que es el conjunto de conductores, incluidos los puestos a tierra, los no puestos a tierra y los de puesta a tierra de equipos, además de conectores para vehículo eléctrico, clavijas y otros accesorios, dispositivos, contactos de fuerza o aparatos instalados específicamente para transferir energía entre las instalaciones eléctricas de utilización y los vehículos eléctricos.
Dejaremos para más adelante las características de la instalación; prosigamos entonces con la descripción de estos equipos, que si bien existen de diferentes tipos describiremos los comunes que se pueden encontrar en las instalaciones eléctricas residenciales.
Ver también: Instalaciones en gasolineras
- Cargador tipo portátil
Cuenta con un cordón de alimentación, un conector con cable y el dispositivo que transforma la corriente alterna de la red de suministro a corriente continua. Muestra de este tipo se puede apreciar en la siguiente imagen.
- Cargador modular (no portátil)
Se puede fijar en la pared o bien colocado en una base, como se puede observar en la imagen de abajo. Los componentes son similares al tipo portátil; la diferencia operativa radica en el tiempo de carga entre uno y otro. Es muy común que el portátil tenga una menor capacidad en corriente que el fijo, por lo que la carga puede tomar varias horas, lógicamente dependiendo del modelo del auto. Es importante mencionar que algunos vehículos cuentan con software para gestionar la recarga, es decir programarla y aprovechar tarifas eléctricas más ventajosas.
Como se mencionó, los elementos de ambos cargadores son muy parecidos. Por ejemplo: el conector es el dispositivo que, conectado por inserción a un dispositivo de entrada en el vehículo eléctrico, establece una conexión eléctrica con el auto para la transferencia de potencia eléctrica e intercambio de información. Este dispositivo es parte del acoplador para el vehículo eléctrico.
La importancia del sistema eléctrico que suministrará la energía de la carga es un punto a resaltar, ya que para soportar la demanda se debe contar al menos con un sistema monofásico de 3 hilos (240 V~): y poder realizar la carga en modo convencional, es decir una demanda de alrededor de 3 o 4 kW, de 7kW para carga semi-rápida y 50 kW para carga rápida.
Por el momento, dejaremos hasta aquí el tema, no sin antes mencionar que a estos dispositivos también se les somete a pruebas de seguridad que ahora se realizan bajo la NMX-J-508-2010 y tienen que estar certificados bajo la NOM 003 SCFI 2014.
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