Las instalaciones eléctricas residenciales son el “sistema nervioso” del hogar. Utilizarlas adecuadamente y darles mantenimiento es fundamental para prevenir colapsos que le cuesten la vida a nuestros aparatos o seres queridos.
No importa si es una instalación nueva o una en funcionamiento: conocer el estado de las instalaciones eléctricas es fundamental para evitar percances. Aunque esta tarea solamente puede ser realizada por un electricista calificado, es importante que conozcas cuáles son los aspectos básicos que el experto debe revisar minuciosamente.
Al comenzar a habitar
Al comenzar a habitar en una casa -no importa si el inmueble es nuevo o viejo-, es fundamental que la instalación eléctrica sea revisada por un especialista. Sobre todo si se trata de una construcción vieja que, generalmente, no está diseñada para soportar las cargas de los aparatos actuales. El experto deberá:
- Verificar que la instalación sea adecuada para la demanda de energía que tendrá, informándote cuál es la carga máxima que puede soportar.
- Revisar la presencia y correcta asignación de dispositivos de seguridad para evitar sobrecargas; tales como cajas de distribución, apagadores de seguridad y cableado de grosor.
- Asegurarse de la existencia de tierra física en toda la instalación se encuentren correctamente aislados, sin fugas de corriente que, por mínimas que sean, elevan el costo del servicio.
- Ubicar posibles riesgos por instalaciones defectuosas o mal planeadas.
En el día a día
Existen hábitos de consumo que, además de reducir riesgos en casa, ayudan a evitar gastos onerosos o dañar el medio ambiente. Procura:
- No sobrecargar la instalación conectando más aparatos de los que fueron considerados durante su diseño.
- Que las instalaciones no entren en contacto directo con el agua.
- No tocar o manipular artefactos eléctricos en funcionamiento si estás descalzo o con las manos mojadas.
- Apagar y desconectar todos los aparatos que no estés ocupando. Recuerda que, aunque se encuentren apagados, consumen energía.
- Al desconectarlos, sujeta directamente la clavija; no tires del cable.
- Ubica los centros de carga e interruptores de corte de corriente para poder desconectarla en caso de accidentes.
- Tener un extintor en casa de al menos dos kilogramos, diseñado para extinguir fuego en componentes eléctricos (de polvo).
- Tener a la mano focos y fusibles adecuados para la instalación, así como una lámpara de pilas para poder hacer el cambio durante la noche.
Para aumentar la carga máxima que puede soportar o para reparar algún daño, es necesario remodelar la instalación. Además de ser realizada por un experto, asegúrate de:
- Cambiar de inmediato todos los elementos deteriorados.
- Que el criterio para elegir los materiales sea la calidad y no sólo el precio.
- Darle mantenimiento a la instalación de forma periódica.C