En el blog de instalaciones eléctricas residenciales también nos interesa hablar de los personajes que han hecho grandes contribuciones al desarrollo de la humanidad. Hoy toca el turno a uno de los divulgadores de la ciencia más carismáticos e influyentes del siglo pasado: Carl Sagan.
Sagan se distinguió por su empeño en hacer la ciencia divertida e interesante en vez de un tema “oscuro” y difícil al que pocos tienen acceso.
Nació un día como hoy, el 9 de noviembre de 1934, en Nueva York. Él recuerda en uno de sus libros ser llevado por sus padres a la Exposición Internacional de Nueva York en 1939 para observar los avances científicos de la época.
Sus padres, de origen humilde, y sin saber nada de ciencia, contribuyeron a que decidiera convertirse en científico. Lejos de desalentarlo y hacer que estudiara otra cosa, le dieron todo su apoyo. Se graduó como físico y poco después obtiene el doctorado en Astronomía y Astrofísica.
Entre muchos proyectos en los que participó, se encuentran las sondas espaciales Pioneer y Voyager, estas últimas han recorrido ya todos los planetas del Sistema Solar y se encuentran próximos a abandonarlo, para viajar indefinidamente por el universo. Aún después de más de 30 años de haber sido lanzadas al espacio continúan enviando información de sus hallazgos a la Tierra. En cada una de estas naves, Sagan incluyó un disco de oro con información acerca de la vida en la tierra, fotos, sonidos, saludos en distintas lenguas, y las ondas cerebrales de una mujer.
Su trabajo en la NASA lo combinó con el de profesor y se convirtió en el director del Laboratorio de Ciencias Espaciales en la Universidad de Cornell (Nueva York), donde realizó numerosos experimentos acerca del origen de la vida.
Carl Sagan fue otro gran científico que se preocupaba por el destino de la humanidad. De sus investigaciones sobre el planeta Venus se pudo advertir sobre los peligros del cambio climático y siempre se pronunció en contra de las armas nucleares.
Uno de sus primeros libros, Los Dragones del Edén, publicado en 1978, fue galardonado con un premio Pulitzer, uno de los más prestigiosos en el medio editorial de Estados Unidos.
Quizá su proyecto más famoso fue la serie para la televisión Cosmos, de la cual también se publicó un libro. Carl Sagan comprendió el poder y la influencia de este medio que utilizó para divulgar la ciencia, la historia y los misterios del universo. Creía firmemente en las ventajas de hacer la ciencia accesible para todos.
Su amplio conocimiento y su pasión por la ciencia le permitieron explicarla con palabras sencillas y amenas que logran interesar a sus lectores de principio a fin.
Falleció el 20 de diciembre de 1996 y un asteroide ha sido bautizado con su nombre, también el sitio
de amartizaje de la sonda Mars Pathfinder, así como varios premios y reconocimientos otorgados a destacados divulgadores de la ciencia.