El verde es un color muy importante en la vida del hombre, psicológicamente se le atribuye ser un color de mediación entre lo cálido del rojo y lo frío del azul.
En el mundo de la construcción, la ingeniería eléctrica y la iluminación, el pensamiento “verde” ha tomado gran importancia, esto se debe a la preocupación generalizada que tenemos por la optimización de los recursos así como el impacto ambiental de las tecnologías que usamos todos los días.
En la iluminación esto se traduce en eficiencia energética, es decir, la cantidad de lúmenes que nos entrega una lámpara por cada watt que consume, y también en el uso de tecnologías de libres componentes que al desecharlos de manera inadecuada puedan contaminar el medio ambiente.
Los diodos emisores de luz son una tecnología que cuenta con las características necesarias para ser denominada como tecnología verde, ya que un LED de buena calidad tiene una vida útil promedio mayor de 50,000 horas, lo que equivale a una eficiencia energética de más de 50 lúmenes por cada watt. Estas características hacen que los LEDs profesionales sean una tecnología sostenible y con bajo impacto ambiental, además de tener una relación costo-beneficio que invita a utilizarla. El verde es un color que tiene un lazo muy fuerte con los LEDs, ya que ambos son frecuentemente relacionados con un espíritu natural y ecologista.
Además de ser una tecnología de conciencia verde, dentro de los diodos emisores de luz encontramos fuentes que también son de este color. En el mundo de los LEDs, el segundo color desarrollado fue el verde; al igual que su antecesor, el LED rojo, en un principio fue una fuente luminosa de baja intensidad, lo que significa que era imposible usar este dispositivo para iluminar un edificio.
El verde es un color que tiene un lazo muy fuerte con los LEDs, ya que ambos son frecuentemente relacionados con un espíritu natural y ecologista. |
El LED verde está construido con un elemento semiconductor llamado Galio (Ga) que combinado con fósforo (F) o Nitruro da como resultado Fosfuro de Galio (GaP) y Nitruro de Galio (GaN), compuestos que ofrecen una fuente monocromática de entre 555 nm para el GaP y 525 nm para el GaN.
Ver también: El color rojo de los leds
Estas longitudes de onda permiten que el ojo humano lo reconozca de manera más sencilla que al LED rojo, por lo que rápidamente se comenzó a utilizar en señalizaciones de tránsito y anuncios luminosos, entre los que destacan las señales de emergencia y rutas de evacuación.
Según el observador fotométrico patrón para la visión fotópica definido por la Comisión Internacional de Iluminadores, la longitud de onda de 555 nm es donde el ojo humano adquiere un nivel de respuesta más alto, el verde entonces adquiere una relevancia especial, pues es el color que el ojo humano detecta con mayor facilidad.
La fácil detección de esta fuente se debe a que nuestra respuesta a las ondas electromagnéticas se encuentra alrededor de los 250 nm, es por ello que tenemos la capacidad para distinguir con facilidad una gran variedad de verdes.
Revisando los estudios realizados por Eva Heller para su libro “Psicología del color”, nos encontramos con que el verde es un color percibido como independiente cromáticamente hablando. Tal vez esto se debe a que aún cuando es un color secundario, formado por el maridaje del azul y el amarillo, según la escuela Gestalt se adopta más fácilmente que los también secundarios violeta y naranja.
Éstas son sólo algunas de las razones por las que el color verde tiene gran importancia en el mundo del diseño de iluminación y la vida cotidiana, lo que nos recuerda que el usar tecnologías que permitan la optimización de recursos y posean una baja huella medioambiental es de gran importancia para todos, y además no está peleado con tener gran impacto estético y vanguardia tecnológica.
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