Descubre la La ley de Coulomb y la conservación de la carga, para calcular la fuerza eléctrica que actúa entre dos cargas en reposo. Charles Agustín Coulomb, físico francés (1736-1806), determinó experimentalmente que la magintud de la fuerza F que un cuerpo de carga q1 ejerce sobre otro de carga q2 es directamente proporcional a la magnitud de las cargas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia r que los separa, O sea
F1→2 = kE (q1 q2)/r2
Esta expresión es válida cuando las dimensiones lineales de los cuerpos cargados son pequeños en comparación con la distancia que los separa. kE es la constante electrostática y su valor depende del medio donde se encuentra las cargas. Para el vacío, kE = 9 x 109 Nm2/C2. En la figura se indica la dirección y el sentido de la fuerza F1→2 cuando las cargas tienen el mismo signo y cuando tienen signo opuesto.
La ley de Coulomb y la conservación de la carga
Según Franklin los cuerpos tienen una cantidad de electricidad normal. Cuando un cuerpo es frotado contra otro, parte de la electricidad se transfiere de un cuerpo a otro, de modo que uno queda con exceso y el otro con defecto. Este modelo presupone la existencia de un principio de conservación de la carga.
Ver también: La ley de Charles Coulomb
Según el principio de conservación de la carga, en un sistema aislado la carga se conserva. Es decir, la suma de las cargas positivas y negativas permanece contante. Debido a que la electrización de la materia es un intercambio de electrones, es frecuente utilizar su carga como unidad elemental de carga. La carga eléctrica de un material siempre es múltiplo de la carga eléctrica de un electrón.
De esta forma, son los electrones y los protones las principales partículas subatómicas responsables de la aparición de la electricidad. Ésta se puede originar o transmitir provocando el movimiento de cargas eléctricas de un punto a otro.
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