Con el verano, el calor hace incursión en nuestros días. Por eso ir a la playa y disfrutar del sol y el agua se vuelve algo maravilloso. No obstante, en casa uno quiere estar lo más fresco posible. En el peor de los casos tendrás un ventilador o confiarás en las corrientes entre las ventanas y puertas. En el mejor de los casos contarás con un aparato de aire acondicionado. Sí, el aire acondicionado es, sin duda, lo que mejor nos ayuda a combatir las altas temperaturas. No obstante, seguro que más de uno se ha encontrado con la desagradable sorpresa de que al encender el aire en verano por primera vez, simplemente no funciona. No enfría y uno no sabe muy bien la razón. Tranquilos. Vamos a ver qué cosas pueden suceder para que tu equipo deje de lanzar aire frío.
- Problemas de falta de gas
- Problemas de filtros sucios
- Problema con el ventilador interior
- Intercambiadores sucios
- Problemas en el condensador (capacitor) de arranque
- Temperaturas muy altas en el exterior
Una de las primeras opciones, o por lo menos una de las primeras que nos viene a la mente, es que falta gas. Ojo, pues muchos técnicos también recurren a esta explicación. ¿Y sabes qué? Que si la instalación se hizo bien en su día, no debería perder gas.
Si hay una pérdida de gas es por un motivo claro: hay una fuga en el circuito a causa de las vibraciones o la corrosión. Si la instalación se hizo correctamente, el gas puede durar más que la vida estimada de uno de estos aires acondicionados, es decir, más de 15 años.
¿Has limpiado bien tus filtros? Si no es así, es posible que el problema venga de ahí. Si el filtro del aire está sucio, la presión del gas bajará, pues el aire no circula como debería. Por lo tanto, tener los filtros limpios es completamente fundamental para que el aire acondicionado funcione correctamente. Además, unos filtros limpios son sinónimo de un ambiente limpio y saludable. La recomendación es limpiar estos filtros una vez cada semana.
En el interior del aparato hay un ventilador que hace una función esencial. Este ventilador interior tiene que estar perfectamente limpio. Si no está limpio, los filtros se ensuciarán mucho más y nos encontraremos con el problema anterior. Si el ventilador se ensucia, esta suciedad irá poco a poco taponando las rendijas del ventilador e irá pasando a los filtros, algo que además de un problema evidente puede provocar malos olores.
Pueden ser los interiores o los exteriores. En ambos casos, es importante que estén limpios. Es justo en estos intercambiadores donde se realiza el cambio de frío a calor. Si están sucios, este intercambio no se hará correctamente.
El intercambio interior está detrás de los filtros del aire. Si está sucio, automáticamente la suciedad pasará a estos filtros. Por otro lado, el intercambiador exterior es el encargado de expulsar el calor fuera. En el caso de que esté sucio, no podrá realizar bien la función. Aumentará el ruido y también el consumo.
Otro de los problemas más comunes está en el condensador o capacitor de arranque. Este dispositivo es el que proporciona la carga eléctrica al motor del aparato para ponerlo en marcha. Si tu aire funciona, pero no tira frío, podría deberse a una avería de este condensador, tanto del ventilador como del compresor.
Sí, muchas veces, que tu aire acondicionado no funcione con potencia, es debido a que afuera hace demasiado calor. En estos casos, solemos bajar la temperatura muchísimo, cuando lo recomendable es completamente lo contrario. Debes programar una temperatura estable y más bien alta para ir bajándola poco a poco. A la máquina no le costará tanto enfriar una estancia que ya cuenta con una temperatura inferior a 30º.
Buena información.
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