Los cables que utilizamos en las instalaciones eléctricas residenciales, comerciales o industriales, son un conjunto de hilos conductores de cobre o aluminio recubiertos de un material aislante, normalmente polietileno. El grosor del aislamiento dependerá de la cantidad de corriente eléctrica que transportará el cable y la temperatura a la que se verá sometido.
Se forma de hasta cuatro partes:
- Conductor: Uno o varios hilos metálicos que conducen electricidad.
- Aislamiento: Recubrimiento que impide la circulación externa de corriente eléctrica.
- Capa de relleno: Aislante que envuelve a los conductores.
- Cubierta: Protege de la temperatura al aislamiento.
Ejemplo de conductor eléctrico: Cable coaxial
Cada cable podrá soportar una tensión distinta de acuerdo a la instalación eléctrica, como se ejemplifica a continuación:
- Muy baja tensión: hasta 50 V
- Baja tensión: hasta 1000 V
- Media tensión: hasta 30 kV
- Alta tensión: hasta 66 kV
- Muy alta tensión: Más de 770 kV
- Cables para construcción: Para el armado de las instalaciones eléctricas.
- Cables de pares: Para conexión de equipos telefónicos y redes.
- Cable coaxial: Para llevar información (usualmente video) a través de sus conductores.
- Cable de fibra óptica: Para transmisiones con distancias superiores a varios kilómetros.
- Cable apantallado: Para equipos de audio.
- Hilo de litz: Para la construcción de transformadores. El término hilo de litz tiene su origen en la palabra alemana litzendraht que significa hilo entretejido.
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