Cuando se adquiere una vivienda es necesario revisar todas su infraestructura, sobre todo en lo referente a las instalaciones eléctricas residenciales. Para esto, es necesario acudir al centro de carga y revisar que los cables estén en buen estado y correctamente instalados. También es importante solicitar los planos y hacer una evaluación del diseño de las instalación eléctrica y la distribución de salidas de contactos.
A la primera señal de que los cables estén quemados, salidos, enredados o pelados, es mejor desistir de la compra. Seguramente se requerirá de una constante inversión en el mantenimiento o reparación de la instalación o manos de uno o más expertos.
Posteriormente, se debe revisar que las salidas de contactos no se encuentre cerca de corrientes de agua. Además de probar que todas las conexiones e interruptores funcionen de manera óptima.
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