El FIDE participa de manera activa y permanente en las tareas y estrategias nacionales para alcanzar las metas del desarrollo sostenible del país, camino en el cual el ahorro y uso eficiente de energía eléctrica juega un papel primordial.
Uno de los elementos determinantes en la evolución y desarrollo de la humanidad es la disponibilidad de energía. La preocupación del hombre, en este sentido, pasó de la obtención de este recurso, a lograr un aprovechamiento óptimo que le permita alcanzar la máxima eficiencia en la explotación, producción, transformación y uso del mismo. En este contexto, el ahorro de energía en la actualidad es, y continuará siendo en el futuro, un factor clave en la consecución de objetivos prioritarios en nuestro país, como son el asegurar un suministro suficiente y oportuno de energía, optimizar las inversiones en materia de infraestructura para este sector, contribuir a la preservación y protección de los recursos naturales, elevar las condiciones de vida de la población mejorando su economía, así como incrementar la productividad y competitividad de las empresas.
Con base en lo anterior, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), a partir de 1990 ha desarrollado diversas acciones que van desde el financiamiento de proyectos de ahorro de energía eléctrica en industrias, comercios y empresas de servicio, hasta programas a gran escala, implementando una estrategia basada en cuatro grandes etapas que se ilustran en la siguiente figura.
Los programas se han desarrollado en los sectores residencial, industrial y comercial. En este orden de ideas destaca por su importancia el sector residencial en el consumo de energía eléctrica de México.
En 2012, los 32.2 millones de usuarios de las instalaciones eléctricas residenciales existentes en el país consumieron poco más de 52 mil GWh de energía eléctrica, equivalente a 25% del total nacional. Dicha cifra colocó a este sector en el segundo lugar de consumo, después de la industria.
El sector residencial por sus características de impacto en el consumo de energía, número de usuarios, dispersión y concentración del uso de la electricidad en tres tipos de equipos -iluminación (39%), aire acondicionado (26%), refrigeración (19%) y otros (14%)-; requiere de programas a gran escala para el ahorro de energía.
Estos datos revelan la importancia del consumo doméstico de electricidad y, por ende, del potencial de ahorro energético que tiene este sector a nivel nacional, al aplicar acciones de eficiencia en el consumo de este recurso.
Oportunidad de ahorro energético
Del total de la energía contenida en un barril de petróleo, si ésta se utiliza en una lámpara incandescente sólo se aprovecha 6.16%, en tanto que si se utiliza en una lámpara fluorescente compacta se aprovecha 32.28%, de ahí el gran potencial de ahorro que existe al sustituir esos equipos por lámparas ahorradoras.
Con base en lo anterior los primeros programas desarrollados por el FIDE se enfocaron a la sustitución de LI por LFC. El primero de éstos fue a nivel piloto en el sureste de México con un número limitado de lámparas.
Posteriormente, con base en los resultados del proyecto llumex, que llevó a cabo la CFE con apoyo del FIDE , se continuó con la sustitución de lámparas mediante la instalación de módulos de atención a usuarios en agencias de la Comisión Federal de Electricidad, en los cuales se entregaron lámparas y el usuario las pagó mediante cargos en su facturación eléctrica, en un periodo de 8 meses.
Este programa permitió acelerar el posicionamiento de esta tecnología de iluminación doméstica, generando impactos en los precios de la misma, que empezaron a reducirse facilitando su adquisición para los usuarios residenciales.
En 2011 y 2012 se llevaron a cabo los programas Luz Sustentable I y II. El resultado de este programa fue la sustitución de 45.8 millones de lámparas incandescentes por lámparas fluorescentes compactas.
En ahorro de energía eléctrica el logro de ambas etapas de Luz Sustentable fue de 10 mil 300 GWh en consumo y cuatro mil Megawatt en demanda, que en términos ambientales equivalen a la reducción de 5.7 millones de toneladas de emisiones de bióxido de carbono equivalente (MtCO2e).
Sustitución de equipos electrodomésticos
Con el propósito de lograr ahorros mediante la sustitución de los otros dos equipos que mayor impacto tienen en el consumo de energía -aires acondicionados y refrigeradores-, en 2002 arrancó el Programa de Financiamiento para el Ahorro de Energía Eléctrica (PFAEE), mediante el cual se remplazaron 623 mil refrigeradores, 130 mil equipos de aire acondicionado y se instaló aislamiento térmico en alrededor de 24 mil viviendas. A partir de los beneficios generados por el PFAEE entre 2006-2011, se llevó a cabo el Programa de Sustitución de Equipos Electrodomésticos (PSEE), el resultado de este programa fue la sustitución de un millón 682 mil refrigeradores y 201 mil 300 equipos de aire acondicionado.
Todos estos programas de sustitución de equipos electrodomésticos hicieron posible alcanzar los beneficios que se indican en la siguiente Tabla:
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